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viernes, 2 de agosto de 2013
Del computador personal a la educación. Por: César Núñez
Este escrito se centra en determinar la importancia de las Tics en los procesos de educación, a partir del desarrollo y puesta en marcha de los computadores personales y su relación con los procesos de enseñanza y de aprendizaje. Para comenzar, es pertinente recordar que quizás el primer registro de la expresióncomputadora personal apareció en la revista New Scientist, en 1964. En el artículo titulado The Banishment of Paper Work, donde se hacía una proyección de lo que sería el mundo en 1984. En ese momento, Arthur L. Samuel, del Centro de Investigaciones de IBM, afirmaba: “hasta que no sea viable obtener una educación en casa a través de nuestra propia computadora personal la naturaleza humana no habrá cambiado”. Desde aquel entonces ya se vislumbraba la computadora personal como una herramienta clave en los procesos de educación y de transformación de las personas. Sin embargo, fue solo hasta 1975, cuando apareció la famosa Altair 8800, las personas podían comprarla a través de la revista Popular Electronics, se pensó en vender unos pocos equipos para el uso común, pero la demanda fue bastante más alta de lo esperado.
La “chispa” de la revolución del computador personal, tenía un bus S100 diseñado para la Altair, el cual se convirtió en el estándar para los posteriores computadores y el primer lenguaje de programación fue el Altair BASIC, creado por Bill Gates y Paul Allen, quienes después fundarían la compañía Microsoft. Pero, fue a partir de los años 90 cuando se evidenció un verdadero salto tecnológico, no solamente por la nueva programación de softwares más manejables para la creciente generación de usuarios, sino también, por la democratizaron de estas herramientas con el acceso masivo a sistemas operativos y programas, con un carácter de manejo intuitivo, como en las propuestas de Steve Jobs con Apple o de Bill Gates, a través del desarrollo de Windows.
Con el desarrollo de las tecnologías informáticas se logró el desarrollo de la comunicación entre computadoras en lo que hoy llamamos comúnmente como Internet. Estos dos elementos van a jugar un papel muy importante en la educación, no solo al poder almacenar información digital, sino, transferirla, logrando de esta manera un acceso más equitativo a ella. Estas nuevas condiciones necesariamente conllevan a replantear los sistemas pedagógicos en la educación, pues se pasa del dominio para acceder a la información a procesarla; surge aquí el desarrollo de las estrategias de los centros educativos, para no solo acceder a los equipos informáticos, sino a la forma de emplearlos.
Como lo anota López de la Madrid (2007, p.69) “Las instituciones de educación han optado por una habilitación tecnológica continua pretendiendo elevar el nivel educativo de las escuelas. Se ha fomentado el uso de las TIC en administrativos, docentes y alumnos considerando que estas herramientas pueden actuar por si solas, en un error frecuente que se ha reproducido en los distintos niveles de la educación”.
Migrantes vs nativos tecnológicos
Desde 1964 se ha intuido una nueva forma de conocer el mundo, pues el papel de los computadores en la vida de las personas y su proyección han superado las expectativas de la época. Han transcurrido ya 48 años de un mundo tecnológicamente distinto. Hoy, hablamos de nativos digitales cuya expresión fue utilizada por Marc Prensky, en un ensayo titulado La muerte del mando y control, y donde él identifica como nativos digitales a aquellas personas que han crecido con la red y los diferencia de los inmigrantes digitales, quienes son los llegados más tarde a la red.
Sin embargo, me parece un poco temerario hablar de inmigrantes digitales por cuanto no se puede estar en algo que se encuentra en desarrollo y la red no existía antes, por lo tanto no se podía estar allí. En consecuencia, me parece más conveniente hablar de fundadores digitales ya que esta generación diseño y proyecto el uso del computador, y aún desarrolla los elementos necesarios para que millones de personas puedan acceder y procesar información; por lo tanto, no son dos generaciones en lucha sino que es la construcción que una generación hace a la otra para su provecho y beneficio, y es también esta generación en su mayoría la que proyecta el uso pedagógico de las Tic, para el presente y el futuro.
Finalmente, se hace necesario reflexionar sobre los siguientes elementos contrastantes: ¿lo intuitivo del manejo del computador y sus programas conllevan a optimizar el uso del sistema y con ello la búsqueda de información, procesamiento de la misma y la comunicación en la búsqueda del conocimiento? ó ¿se hace necesario un proceso previo que dé cuenta del cómo, para qué y porqué manejar una información y comunicarla y de esta manera rescatar los procesos de enseñanza aprendizaje? Si nos atenemos a este último interrogante se requiere de adaptar la institucionalidad a procesos pedagógicos y metodológicos acordes con esta nueva circunstancia, donde prima no la información, sino la apropiación y el uso de la misma.
Para más información sobre la historia del computador:
Referencias
García Felipe y otros (año). Nativos digitales y modelos de aprendizaje. Universidad del País Vasco. Disponible en línea: http://ftp.informatik.rwth-aachen.de/Publications/CEUR-WS/Vol-318/Garcia.pdf
López de la Madrid María (2007). Uso de las TIC en la educación superior de México. Un estudio de caso.Apertura. Vol. 7 número 007. Universidad de Guadalajara. México.
Prensky, M. (2001). Digital natives, digital immigrants. On the Horizon, 9(5), 1-6. Disponible en línea : http://www.marcprensky.com/writing/ Prensky%20- 20Digital%20Natives,%20Digital%20Immigrants%20-%20Part1.pdf
La permanencia como objeto de las prácticas
pedagógicas
* Por
Cesar Augusto Núñez Torres.
Yo me celebro y yo me canto
Y todo cuanto es mío también es tuyo
Porque no hay un átomo de mi cuerpo que no te pertenezca
Walt Whitman.
Me han pedido escribir un artículo reflexivo-argumentativo,
dirigido a los profesores de las
instituciones educativas que participan en el programa Educación para la paz y la convivencia ciudadana, en el
departamento del Tolima. El texto debe buscar respuestas a la pregunta ¿por qué las prácticas pedagógicas en el área
ambiental educan para la paz y la convivencia ciudadana? Quisiera
desarrollar las ideas a manera de ensayo, y como un intertexto de un excelente
escrito de Humberto Maturana (2010) titulado Emociones y lenguaje en educación y política; ademas, proponer una
hipótesis, sustentarla y a partir de allí, deducir o por lo menos, seducir al
lector en la construcción de unas apuestas políticas con relación a la pregunta
en cuestión.
Comenzaría
por sugerir como conjetura, en un juego de palabras basado en los principios
matemáticos de la ley conmutativa la siguiente oración: la educación ambiental construye paz ó la educación para la paz
construye ambiente. Tenemos así los temas del ambiente y de la paz como dos
elementos claves para encontrar nuestras respuestas. Iniciemos, entonces, por la paz.
La paz
deriva de la palabra latina pax que denota una condición a nivel
social o personal de equilibrio y estabilidad en las partes de una unidad, esto
significa moverse dentro de ciertos límites (¿libertades y entendimientos
sociales?) o mecanismos de control como se diría en la cibernética; pero
además, con una proyección en el tiempo que la hace dinámica, y por lo tanto,
irrepetible. Esta interpretación es muy similar a la condición natural del
ambiente, su sentido opuesto denota intranquilidad, violencia o guerra y en el
sentido del individuo, el odio, la cólera.
Ernst Friedrich
Schumacher (1978), en su emblemático libro Lo
pequeño es hermoso, plantea dos conceptos importantes; el primero, tiene
que ver con la relación entre paz y prosperidad económica. Esta prosperidad se
esboza como un centro de desarrollo humano, un punto sobre el cual gira el
interés del individuo, que genera conflictos por su visión de poder y es el objeto
primordial de la acumulación de riqueza; implica necesariamente la negación del
acceso a los recursos a otros, lo que acarrea necesariamente disturbios
sociales, violencia y desplazamiento,
entre otros; en últimas, y como consecuencia, no existe la posibilidad de
permanencia, entendiendo esta palabra como: duración firme, perseverancia,
estabilidad, inmutabilidad y estancia en un lugar o sitio, el poder estar. La
permanencia, es el segundo elemento planteado por Schumacher, que nos debe
interesar, porque sin paz no puede existir permanencia, sin permanencia no
puede existir sociedad, no puede “ser” el hombre. La permanencia se vislumbra
como sinónimo de sostenibilidad, tal vez de alguna manera de Desarrollo sostenible
Paz y permanencia.
La paz y la
permanencia requieren de un gran compromiso con la tolerancia, con la justicia,
la solidaridad, la responsabilidad, como el lema oficial de la República
Francesa, nacido del estado de guerra permanente durante la revolución: Liberté, égalité, fraternité, ou
la mort!. La paz y la permanencia se construyen con la educación, la
comunicación, el respeto y todos aquellos valores que nos hagan dignos como
personas; la paz se edifica a cada momento, en cada sitio, en cada espacio
vital, en cada niño, en cada joven, en cada sueño, en cada tierra
De otro lado, el
ambiente, ese otro concepto base de este escrito, normalmente se establece teóricamente,
como todo lo que me rodea, aunque generalmente se asiente sólo como lo natural:
el bosque, la selva, la montaña, el río; nos desligamos de él y nos cuesta
entender que el ambiente es también lo cotidiano, lo que pasa a mi alrededor
mientras escribo esto o mientras usted lo lee. Establece, además, mi
disposición o su disposición, de acuerdo con las condiciones en mantener la
concentración; es mi lugar de trabajo, el espacio con mi familia, con la
sociedad, con el planeta; establezco, además, con él una relación dinámica y de
constante transformación, así no sea consiente de él.
Pero, también, el
ambiente es algo que me construye, no sólo en lo biológico (soy una interface
del Sol y de la Tierra: de la energía y la materia) vengo de y vuelvo a la Tierra, pues soy ella y soy
Sol, la Tierra es la madre, como dicen nuestras tribus indígenas. Por eso es
tan sugestivo el título de un artículo de Gustavo Wilches-Chaux (1991),
denominado Yo soy mi ambiente, donde Wilches
expresa, lo difícil que es determinar la frontera entre el yo y el ambiente; traza más bien una “zona de transición, cuyo espesor varia con las circunstancias”,
esto tal vez a manera de excusa para poder mantener la identidad del individuo
sin que éste se disuelva en el ambiente. Por esta razón Wilches plantea que “cuando
hablamos de «lo ambiental» o de «la dimensión política de lo ambiental», nos
estamos refiriendo a nosotros mismos, a nuestras propias vidas como individuos
y como comunidad, a nuestras propias condiciones de existencia… En
consecuencia, EL DERECHO A LA VIDA
y EL DERECHO AL AMBIENTE, son inseparables. Aun aceptando que se
tratara de dos derechos diferentes, no se podría concebir en la práctica uno
sin el otro.”
Las relaciones anteriores nos llevan a
deducir que el ambiente en el que vivo,
no es más que el reflejo de lo que somos, pero también sería válido afirmar
lo contrario: de nuevo la ley conmutativa, que el ambiente determina lo que
somos, o podemos volver el concepto aún más complejo y afirmar como lo diría Edgar Morin (1996): que es también las dos cosas a la vez.
Una interacción dinámica que ha determinado nuestra historia y está
construyendo nuestro futuro.
Paz
y ambiente.
Cuando saltamos las normas sociales de
convivencia, faltamos a los deberes o
son negados nuestros derechos; cuando negamos la igualdad y el derecho al
disfrute de los recursos a otros, o en ese disfrute alteramos la condición
social de otros, estamos atentando contra la paz, pues rompemos el débil
balance dinámico que la sustenta. Cuando a través de la contaminación, la
ocupación o el uso desmedido de nuestros recursos, alteramos el débil balance
dinámico que la sustenta, estamos atentando contra el ambiente, es decir contra
nosotros mismos; en ambos casos, no puede existir permanencia, solo odio,
desolación… muerte.
Lo anterior, nos puede llevar a considerar,
unos elementos conceptuales que nos permitan responder a la pregunta y a la hipótesis planteada al
comienzo del texto, sin paz no hay permanencia, sin ambiente no hay individuo,
sin individuo no hay permanencia, pero lo más interesante de todo esto, es que
podemos moldear el ambiente que queremos, podemos soñar con un país real, si
queremos; es decir, que exista como espacio físico y que esté acorde con
nuestra dignidad humana. También podríamos afirmar, que la herramienta
fundamental para esa construcción es la educación. Ante todo, la práctica pedagógica
de nuestros profesores; sobre nosotros recae pues, esa responsabilidad de
enseñar el camino, esa decisión política que nos separa de la frustración
individual y colectiva, del vacio y
nos convierte en forjadores de paz, en diseñadores del ambiente, en moldeadores
de nosotros mismos, de nuestra existencia
Si las prácticas pedagógicas no permiten
construir paz y ambiente o un ambiente para la paz, que asegure la permanencia
y la vida digna y feliz de los seres humanos, ¿cuál sería entonces la razón de ser de la educación? Y como en
la liturgia, “la paz sea con vosotros…es
decir con el ambiente”
Post scríptum: Cuando
he terminado de escribir este texto, ha muerto un ser humano que cambio y
transformo mi pensamiento, que logro que viera el mundo con otros ojos, a
través de muchos ojos, se trata de Facundo Cabral, asesinado en Guatemala, cómo
él decía se ha mudado, ha cambiado de estado. Afortunadamente nos deja también
sus papeles, que nos regalan esta cavilación: “El futuro de nuestro planeta depende de que cada uno se atreva a
descubrir cómo ser más ético y
responsable para cuidar su propia humanidad, cómo expandir su espacio y
controlar mejor su territorio, lo que le permitirá adquirir una perspectiva más
transcendente que ayudara a que los demás alcancen lo mismo a través del cada
uno que hay en cada cual, entonces el hambre, la guerra, la ignorancia y la
desdicha desaparecerán de la faz de la tierra”.
Bibliografía:
MATURANA,
Humberto. EMOCIONES Y LENGUAJE EN EDUCACIÓN Y POLITICA. Edt Dolmen. 2001.
MORIN,
Edgar. Introducción al pensamiento complejo. Ed Gedisa. Barcelona 1996. La
complejidad y la empresa.
SHUMACHER,
E.F. LO PEQUEÑO ES HERMOSO. Orbis. Argentina 1.978
WILCHES,
Chaux Gustavo, "Yo Soy Mi Ambiente" En REVISTA DE LA
UNIVERSIDAD
DEL TOLIMA. Vol 6 No 12. Junio de 1.991
p 17.
* Profesor de tiempo completo de la Universidad de Ibagué. Adscrito a la
Facultad de Ciencias Naturales y Matemáticas. Programa de Administración del
medio ambiente y los recursos naturales. 2011
Hace poco circulaba en internet un documento que
recomendaba no lloviznarse en los próximos días debido a que seguramente el
agua estaría contaminada con la radiactividad proveniente del Japón, lo que si
no advertía el correo es que de ser cierto, el problema no era mojarse bajo la
lluvia, el problema sería mucho más serio, ya que el agua lluvia surte los ríos,
es decir no solamente no deberíamos mojarnos bajo la lluvia, sino tampoco bajo
la regadera y menos aún tomar el agua de la llave, para beber o cocinar. Este
pensamiento bastante lineal nos ilustra de la poca comprensión que tenemos de
nuestro entorno y del funcionamiento del planeta, de igual forma de nuestra
poca memoria. Hace poco veíamos en las ya casi olvidadas imágenes “de los 50” obreros de
la central nuclear de Fukushima tratando de impedir el derretimiento del
reactor nuclear para impedir la gran tragedia, personas condenadas a muerte,
sacrificadas por el honor del que son expertos los japoneses.
Este pueblo fue el primero en conocer los estragos de
la energía nuclear, como resultado de la segunda guerra mundial, una guerra en
que los Estados Unidos bombardeo Nagasaki e Hiroshima, conocimos así el horror
de las bombas atómicas. Tal vez el
recuerdo más impactante de este hecho fue la historia de “Sadako y
las mil grullas (pajaritas) de papel”. Sadako era
una niña japonesa que tenía dos años, cuando estallo la bomba nuclear sobre su
pueblo, quedando condenada a sufrir de leucemia, enfermedad que la mataría
cuando tuviera once años, Sadako no
quería morir, por eso comenzó a hacer mil grullas de papel (pájaras de papel
con la técnica de origami), se había enterado por una antigua leyenda japonesa,
que quien lo logrará, se le concedería un deseo, no bastaron los papeles que
estaban a su lado, Sadako murió cuando llevaba 644 grullas, su enfermedad no le
dio más tiempo, su historia fue conocida por los niños del Japón, que para el
día de su entierro habían hecho más de diez mil grullas que adornaban su lápida.
La tarea estaba lista…En Hiroshima existe una estatua de Sadako, una niña que
juega con un pájaro de papel dorado, a sus pies se lee “This is our cry. This is our prayer.
Peace in the world.”. Cada año su estatua se viste de pajaritas de papel.
No contentos
con las bombas atómicas y los cientos de “Sadakos”, iniciamos una carrera
nuclear con el fin de construir centrales nucleares, para la generación de
electricidad; pero también, la cuota inicial para acceder a los arsenales
nucleares, ya que los residuos de estas plantas son utilizados para tal fin.
Países como Corea del Norte e Iran defienden hoy su derecho a ingresar al club nuclear.
Los incidentes nucleares no son
nuevos ni poco frecuentes, afortunadamente muchos de ellos no han sobrepasado
los niveles de riesgos para las personas, en este orden de ideas podemos hablar
de los tres más importantes, el primero de ellos denominado “Three Mile Island” en Estados Unidos, comenzó
el 28 de marzo, cuando el reactor No 2 por falla en la alimentación de los
generadores de vapor, mas una serie de fallas humanas y técnicas, generaron una
fusión de una parte del combustible del reactor, lo que provocó una explosión
sin causar daños mayores, afortunadamente los materiales radioactivos no
quedaron expuestos al ambiente El
segundo es Chernobyl, el 26 de abril, el
reactor No 4 debido a fallas en los sistemas de refrigeración, provoco que las pastillas de uranio explotaran levantando la cubierta y
quedando el reactor al aire libre, generando una contaminación radioactiva
quinientas veces superior a la generada por la bomba nuclear de Hiroshima, Todo
bajo el manto de silencio de la URSS. La contaminación más fuerte se generó
durante la explosión, llevo productos radiactivos a mas de 1200 metros de
altura, igualmente restos de la central, de uranio, de polvo y pequeñas
partículas, que junto el gas generaron
una nube radioactiva que contamino aguas, pastos, alimentos…, igual que la nube
le dieron la vuelta al mundo.
Aun no se sabe la cantidad exacta de muertes
que provocó, y menos aun la cantidad de canceres generados por la radiactividad.
Se estima que más de 600.000 personas sufrieron las consecuencias del
desastre, de ellos más de 200.000
personas (los liquidadores) que trabajaron en la limpieza del reactor y la
construcción de un “sarcófago” que encierra la planta, y que hoy en día, es
necesario reconstruir, ya que está presentando fugas radioactivas.-¿Cuáles son
los costos reales de producir energía de esta forma?- Chernóbil contaminó un área de hasta 500
km alrededor de la planta, y 30 km
alrededor de la misma sigue siendo
aún una zona de exclusión y deshabitada, precisamente en ese perímetro se
encuentra la ciudad fantasma de Prípiat, hoy lugar de destino turístico extremo, al
igual que en México, la visita a los pueblos que mas muertos han puesto a causa
del narcotráfico. ¡Rendimos culto a la muerte!
En Fukushima, el incidente nuclear comenzó el 11 de marzo, por el sismo de
magnitud 9 y el consecuente tsunami que genero, este sismo es catalogado el
peor del Japón, los sistemas de emergencia inicialmente funcionaron pero luego
se detuvieron, no solo por fallas técnicas, sino además por la falta de
conexión al sistema eléctrico que impulsa el agua de enfriamiento. Los
reactores 1, 2 y 3, fueron detenidos automáticamente pero siguieron
calentándose hasta llegar a una fusión parcial, - cabe anotar que un reactor en
condiciones normales solo se puede apagar totalmente casi tres meses después de
iniciada la operación -. La acumulación de hidrógeno provocó explosiones, una
de las cuales podría haber dañado el recinto de confinamiento del reactor
número 2, además un incendio provocado en el reactor 4 afecto la piscina de
almacenamiento de combustible usado, generando un riesgo de expulsión de
material a la atmosfera, todo esto a pesar de las advertencias que sobre
seguridad las agencias especializadas habían hecho frente a la seguridad de las
centrales nucleares japonesas
En Fukushima, no se tienen aun datos precisos del efecto generado, sabemos algo
del agua radiactiva vertida al mar, de los 50 héroes que se expusieron a la
fuerte radiación, pero lo peor es que esta población ya se siente estigmatizada
y discriminada, a pesar de que la contaminación no es contagiosa, pero aun así
la peste de sus tragedia los sigue.
Estos tres casos, ojala los últimos, nos recuerdan el riesgo, no solo de
una guerra nuclear, sino los accidentes nucleares, la única diferencia entre
las dos es la explosión inicial de las bombas nucleares lo demás sigue siendo
igual, sabemos que los japoneses son muy previsivos, pero, ¿cómo aun sabiendo
de las consecuencias de la radiación se han obstinado en la energía nuclear?
Tal vez hay cosas que la mente humana
aun no está preparada para manejar y en ese caso me uno a un poema de William
Ospina:
“Voluptuosidad de conocer, no me apartes jamás de los
propósitos de la tierra.
Haz que yo sea siempre el discreto aprendiz
de este anciano milenario.
Y que mi mano no sueñe jamás con hacer
más bella a la rosa, más brillante a la estrella.”
Ojala nunca tengamos que huirle a la
lluvia…ojala que nunca tengamos que
hacer mil pajaritas de papel…
* Profesor de tiempo completo de la Universidad de Ibagué. Adscrito al
programa de Administración del medio ambiente y los recursos naturales