martes, 30 de julio de 2013

Fukushima...

Fukushima… ¿Qué mas debemos de aprender?
*Por César Augusto Núñez Torres.

Hace poco circulaba en internet un documento que recomendaba no lloviznarse en los próximos días debido a que seguramente el agua estaría contaminada con la radiactividad proveniente del Japón, lo que si no advertía el correo es que de ser cierto, el problema no era mojarse bajo la lluvia, el problema sería mucho más serio, ya que el agua lluvia surte los ríos, es decir no solamente no deberíamos mojarnos bajo la lluvia, sino tampoco bajo la regadera y menos aún tomar el agua de la llave, para beber o cocinar. Este pensamiento bastante lineal nos ilustra de la poca comprensión que tenemos de nuestro entorno y del funcionamiento del planeta, de igual forma de nuestra poca memoria. Hace poco veíamos en las ya  casi olvidadas imágenes “de los 50” obreros de la central nuclear de Fukushima   tratando de impedir el derretimiento del reactor nuclear para impedir la gran tragedia, personas condenadas a muerte, sacrificadas por el honor del que son expertos los japoneses.

Este pueblo fue el primero en conocer los estragos de la energía nuclear, como resultado de la segunda guerra mundial, una guerra en que los Estados Unidos bombardeo  Nagasaki e Hiroshima, conocimos así el horror de las bombas atómicas.  Tal vez el recuerdo más impactante de este hecho fue la historia de “Sadako y las mil grullas (pajaritas) de papel”. Sadako era una niña japonesa que tenía dos años, cuando estallo la bomba nuclear sobre su pueblo, quedando condenada a sufrir de leucemia, enfermedad que la mataría cuando tuviera  once años, Sadako no quería morir, por eso comenzó a hacer mil grullas de papel (pájaras de papel con la técnica de origami), se había enterado por una antigua leyenda japonesa, que quien lo logrará, se le concedería un deseo, no bastaron los papeles que estaban a su lado, Sadako murió cuando llevaba 644 grullas, su enfermedad no le dio más tiempo, su historia fue conocida por los niños del Japón, que para el día de su entierro habían hecho más de diez mil grullas que adornaban su lápida. La tarea estaba lista…En Hiroshima existe una estatua de Sadako, una niña que juega con un pájaro de papel dorado, a sus pies se lee “This is our cry. This is our prayer. Peace in the world.”. Cada año su estatua se viste de pajaritas de papel.



No contentos con las bombas atómicas y los cientos de “Sadakos”, iniciamos una carrera nuclear con el fin de construir centrales nucleares, para la generación de electricidad; pero también, la cuota inicial para acceder a los arsenales nucleares, ya que los residuos de estas plantas son utilizados para tal fin. Países como Corea del Norte e Iran defienden hoy  su derecho a ingresar al club nuclear.

Los incidentes nucleares no son nuevos ni poco frecuentes, afortunadamente muchos de ellos no han sobrepasado los niveles de riesgos para las personas, en este orden de ideas podemos hablar de los tres más importantes, el primero de ellos denominado “Three Mile Island” en Estados Unidos, comenzó el 28 de marzo, cuando el reactor No 2 por falla en la alimentación de los generadores de vapor, mas una serie de fallas humanas y técnicas, generaron una fusión de una parte del combustible del reactor, lo que provocó una explosión sin causar daños mayores, afortunadamente los materiales radioactivos no quedaron expuestos al ambiente  El segundo es  Chernobyl, el 26 de abril, el reactor No 4 debido a fallas en los sistemas de refrigeración,  provoco que las pastillas de  uranio explotaran levantando la cubierta y quedando el reactor al aire libre, generando una contaminación radioactiva quinientas veces superior a la generada por la bomba nuclear de Hiroshima, Todo bajo el manto de silencio de la URSS. La contaminación más fuerte se generó durante la explosión, llevo productos radiactivos a mas de 1200 metros de altura, igualmente restos de la central, de uranio, de polvo y pequeñas partículas, que junto el gas  generaron una nube radioactiva que contamino aguas, pastos, alimentos…, igual que la nube le dieron la vuelta al mundo.


 Aun no se sabe la cantidad exacta de muertes que provocó, y menos aun la cantidad de canceres generados por la radiactividad. Se estima que más de 600.000 personas sufrieron las consecuencias del desastre,  de ellos más de 200.000 personas (los liquidadores) que trabajaron en la limpieza del reactor y la construcción de un “sarcófago” que encierra la planta, y que hoy en día, es necesario reconstruir, ya que está presentando fugas radioactivas.-¿Cuáles son los costos reales de producir energía de esta forma?-     Chernóbil contaminó un área de hasta 500 km alrededor de la planta, y  30 km alrededor de la misma sigue siendo aún una zona de exclusión y deshabitada, precisamente en ese perímetro se encuentra la ciudad fantasma de Prípiat, hoy lugar de destino turístico extremo, al igual que en México, la visita a los pueblos que mas muertos han puesto a causa del narcotráfico. ¡Rendimos culto a la muerte!








En Fukushima, el incidente nuclear comenzó el 11 de marzo, por el sismo de magnitud 9 y el consecuente tsunami que genero, este sismo es catalogado el peor del Japón, los sistemas de emergencia inicialmente funcionaron pero luego se detuvieron, no solo por fallas técnicas, sino además por la falta de conexión al sistema eléctrico que impulsa el agua de enfriamiento. Los reactores 1, 2 y 3, fueron detenidos automáticamente pero siguieron calentándose hasta llegar a una fusión parcial, - cabe anotar que un reactor en condiciones normales solo se puede apagar totalmente casi tres meses después de iniciada la operación -. La acumulación de hidrógeno provocó explosiones, una de las cuales podría haber dañado el recinto de confinamiento del reactor número 2, además un incendio provocado en el reactor 4 afecto la piscina de almacenamiento de combustible usado, generando un riesgo de expulsión de material a la atmosfera, todo esto a pesar de las advertencias que sobre seguridad las agencias especializadas habían hecho frente a la seguridad de las centrales nucleares japonesas
En Fukushima, no se tienen aun datos precisos del efecto generado, sabemos algo del agua radiactiva vertida al mar, de los 50 héroes que se expusieron a la fuerte radiación, pero lo peor es que esta población ya se siente estigmatizada y discriminada, a pesar de que la contaminación no es contagiosa, pero aun así la peste de sus tragedia los sigue.

Estos tres casos, ojala los últimos, nos recuerdan el riesgo, no solo de una guerra nuclear, sino los accidentes nucleares, la única diferencia entre las dos es la explosión inicial de las bombas nucleares lo demás sigue siendo igual, sabemos que los japoneses son muy previsivos, pero, ¿cómo aun sabiendo de las consecuencias de la radiación se han obstinado en la energía nuclear?
Tal vez hay cosas que la mente humana aun no está preparada para manejar y en ese caso me uno a un poema de William Ospina:
“Voluptuosidad  de conocer, no me apartes jamás de los propósitos de la tierra.
Haz que yo sea siempre el discreto aprendiz de este anciano milenario.
Y que mi mano no sueñe jamás con hacer más bella a la rosa, más brillante a la estrella.”
Ojala nunca tengamos que huirle a la lluvia…ojala que nunca tengamos  que hacer mil pajaritas de papel…


* Profesor de tiempo completo de la Universidad de Ibagué. Adscrito al programa de Administración del medio ambiente y los recursos naturales

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